Ignoto
A veces ignoto, otras ileso, entre las sabanas amarillo, sin la luna tan azul, con el alba demasiado resabiado, el remo de tu barca se despista contando millas y patetica se deja escupir por la golosa y tolerante brisa blanquiazul que huele a camino seco que sonrie en el reflejo de la mar.
Tus ojos occisos de esperanza ya no gritan, solo callan, y tu boca tan roja, tan afable se mueve rápido y no puedo escuchar lo que dice y no puedo recrearme cuando tu lengua salpica aliento destilado en la parte inferior de cada fonema, no puedo escuchar, entonces imagino que rima con la ranura que desborda aroma a trigo, tejiendo con hilo amarillo los bordes de tan atormentado despiste y sin razón.
No puedo, no puedo escuchar y me pregunto...
Este magullado cerebelo hace malabares montado en el chichón de un rasacacielos, tres cuerdas, una en la mano, otra a los pies y la ultima en el cuello, ando con cuidado no quisiera acabar colgado en la ventana por donde tu miras al cielo.
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