CHARLANDO CON LAS RATAS

Lidia el asflato, volcando sus charcos con sus suelas negras en el lomo de esta lacra de cientos de bocas sin amamantar...ubico entre la parafernaria de lo absurdo la flaqueza del escondido silencio que solo de vez en cuando se atrapa en mi calma.  Y se desnudan los abruptos edenes de la locura, chalados  que algún día se cobrarán los excesos, colapsando la puerta de la cocina, recitando poemas y pidiendo limosnas para llevar algo a la boca.

Lidia este día acuañando sobre la huída montones de despojos que van quedando tras los lentos minutos que dura esta revuelta, esta búsqueda increbantable de alguna razón para no querer salir...Salir por la puerta de atrás, charlando con las ratas que habitan en los callejones sin salida.

Sin brocha pinto de amarillo la que ahora será mi casa, mientras tanto con las uñas sigo rasgando el hollín de las paredes, sigo como todo, como nada, como la idea morbida que abandona el filósofo, con las ganas de siempre con los días raros como hoy.