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pistolas de agua

Dando fin a su proceso sinoptico

Deberíamos dejar de amainar los deseos, dejar  paso y ceder tiempo para vaciar encima de esta mesa los espolones, las magulladuras de andar creciendo, deberíamos absorver con pulso y restaurar los colores desgastados de los naipes que quizás muchos nos lanzaron sin apenas conocernos, pujando a golpe de tute lo que algun día cicatrizaría resabiando al necio.

Quizás desnudar  la fatiga del viento, abolir los absurdos relatos, indagar en la miseria, romper el nudo de la venganza, mirar sin mas palabra, escuchar el susurro de la tormenta, el aullidir del gallo metropolitano, el rebuznar de los asnos de ciudad, ¡hasta las gallinas nebulizan!, y los gatos se visten con escote.Posa a la orilla entre la sombra de las nubes, tostadita y con las piernas mas largas, ¿será náyade? o quizás del oficio, níquel para él.

Con tanto amainar vamos a dejar cojos los bidones, avara e incurable ceguera, insaciable y llenas de polvo las ojeras, el aliento magullado, la mirada mentirosa para los sabios, con tanto, entre tanto obús de palabras algunos han desecho el colas más sencillo, dando fin a su proceso sinoptico destruyendo lo que tanto les hubiese mordido las ganas de saber.

¡Para los sabios, que yo no se lo que digo!

 

 

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